El fabricante de automóviles japonés Toyota anunció este viernes un acuerdo de asociación con su compatriota Mazda, una forma de afrontar las mutaciones de la industria que suponen un desafío para las empresas históricas del sector.
Los dos grupos, que habían entablado negociaciones en mayo de 2015, han decidido dar el paso. Se trata, según explican, de "superar los retos apremiantes" del sector, como "el endurecimiento de las regulaciones medioambientales y de seguridad y la llegada de rivales procedentes de otras industrias".