SAN FRANCISCO (Reuters) - Tesla Inc logró un récord de entregas trimestrales de vehículos, lo que supone una respuesta triunfal a meses de interrogantes sobre la demanda de sus coches eléctricos de lujo y provocó un aumento de las acciones del 7% en la contratación bursátil posterior al cierre de los mercados en EEUU.
Tesla no hizo ningún comentario sobre los beneficios, que aún le son esquivos, pero las buenas cifras de entregas podrían ayudar a reactivar la confianza de los inversores en Tesla, que ha sido cuestionada en los últimos meses. Sin contar la evolución del martes tras el cierre del mercado, las acciones de Tesla han perdido alrededor de un tercio de su valor desde principios de año.
Dejando a un lado las preocupaciones sobre la demanda que han asediado a la compañía durante todo el año, Tesla dijo que los pedidos durante el segundo trimestre excedieron las entregas, a pesar de que los compradores obtuvieron menores ayudas impositivas.
La ayuda fiscal federal de 7.500 dólares se redujo a la mitad a finales del año pasado, cayó a 1.875 dólares el lunes, y vence a finales de año.
“Creemos que estamos bien posicionados para seguir aumentando la producción total y las entregas en el tercer trimestre”, dijo la compañía en un comunicado.
Durante el trimestre, Tesla entregó 77.550 Model 3, el último sedán de la compañía y pieza clave de su estrategia de crecimiento. Esta cifra contrasta con la estimación media de los analistas, que ascendía a 73.144, según datos IBES de Refinitiv.
Las entregas de todos los modelos aumentaron un 51% desde el primer trimestre, hasta 95.200 vehículos, incluyendo 17.650 Model S y X. Los analistas esperaban un promedio de 89.084 entregas en total.
El director ejecutivo Elon Musk ha dicho en repetidas ocasiones que Tesla podría entregar un número récord de coches en el segundo trimestre, superando los 90.700 que envió a clientes en el último trimestre del año pasado.
Las cifras del martes ayudaron a aliviar un primer trimestre difícil, en el que las entregas se desplomaron y la empresa perdió 702 millones de dólares. Reuters