París, 12 feb (EFE).- Renault sorprendió hoy en la presentación de sus resultados de 2014, año en el que triplicó con creces su beneficio hasta 1.890 millones de euros y, sobre todo, consiguió sacar de los números rojos su resultado de explotación, signo de que ha dejado atrás la crisis.
El espectacular incremento de los beneficios de Renault -acogido con euforia en bolsa, donde sus acciones llegaron a subir un 10 % en la primera parte de la sesión- se explica en gran medida por la disminución de las cargas de explotación, explicó el fabricante automovilístico francés en un comunicado.
Estas habían sido de 1.276 millones de euros en 2013 (en gran medida por el parón de su actividad en Irán), y se quedaron el año siguiente en 504 millones, que se reparten entre gastos de reestructuración (305 millones) y depreciaciones de activos (153 millones).
Además, el margen operativo subió un 29,5 % hasta 1.609 millones de euros y pasó a representar el 3,9 % de la facturación, nueve décimas más que en 2013.
El incremento del margen operativo vino casi exclusivamente del negocio automovilístico, con un alza de 363 millones hasta 858 millones (2,2 % de los ingresos) gracias a la reducción de costes y al incremento de las ventas, que compensaron el efecto negativo de las variaciones de tipo de cambio.
Las matriculaciones de Renault el pasado ejercicio subieron un 3,2 % hasta 2.712.432 vehículos y eso se tradujo en un incremento del 0,3 % de la cifra de negocios hasta 41.055 millones de euros: el ascenso fue del 3,1 % si se hace abstracción del efecto de las variaciones de divisas.
El margen operativo del negocio de financiación se mantuvo prácticamente estable en 751 millones, en lugar de 747 millones.
Todo eso condujo a un resultado de explotación de 1.105 millones de euros, frente a 34 millones de euros negativos en 2013.
Como en ejercicios anteriores, el beneficio neto de Renault salió en gran medida de la aportación de su socio japonés Nissan, 1.559 millones de euros, tras los 1.498 millones del año anterior.
Por el contrario, su participación en el fabricante ruso AvtoVaz le restó 182 millones de euros después de los 34 millones que ya le había quitado en 2013.
El presidente de Renault, Carlos Ghosn, auguró en conferencia de prensa que el mercado ruso -afectado por las sanciones derivadas de la crisis con Ucrania- puede sufrir este año un nuevo hundimiento del 20-30 %, y en ese contexto su objetivo es "proteger una tasa mínima de rentabilidad" de cara a una futura recuperación.
Ghosn consideró que la meta que se había fijado en abril pasado de 4.300 millones de euros de sinergias para 2016 en la alianza Renault-Nissan es "una cifra conservadora" que habría que elevar a 5.000 millones.
Renault calcula que la demanda mundial de automóviles este ejercicio subirá un 2 % y que el mercado europeo -el principal para la marca- subirá al mismo ritmo, mientras vaticina "otro año de fuerte volatilidad" en sus principales mercados emergentes.
En ese contexto, pretende aumentar sus ventas de coches y su facturación, con tipo de cambio constante, continuar con la mejora del margen operativo del negocio automovilístico y tener un flujo de caja operativo positivo en esa división.
Renault anunció que este año va a contratar en Francia a 1.000 empleados con contratos indefinidos, mitad en las plantas de producción y el resto en otras funciones, en particular ingenieros.
Estas nuevas contrataciones que se van a centrar en los proyectos industriales y los "desafíos tecnológicos", como el vehículo autónomo y conectado y las energías alternativas y que, de acuerdo con la empresa, son posibles por los resultados del acuerdo de competitividad firmado con los representantes de los trabajadores en marzo de 2013.
A cambio del compromiso de no cerrar ninguna factoría y de darles nuevos volúmenes de producción cuando despegue el mercado, los sindicatos aceptaron reglas de moderación salarial y la reducción de la plantilla en Francia en 7.500 personas, esencialmente por no sustituir a jubilados.