PARÍS/MILÁN (Reuters) - Francia intentaba defenderse de una avalancha de críticas el jueves, luego de ser acusada de frustrar una fusión de más de 35.000 millones de dólares entre los fabricantes de automóviles Fiat-Chrysler (FCA) y Renault solo 10 días después de que las negociaciones se anunciaran oficialmente.
Las acciones de la automotriz ítalo-estadounidense y de la francesa Renault cayeron bruscamente en las primeras operaciones del jueves luego de que FCA anunciara que se retiró de las conversaciones porque “no existen actualmente las condiciones políticas en Francia para que tal fusión se desarrolle con éxito”.