FLAT ROCK, Michigan, EE.UU. (AP) -- La relación de la industria automovilística con el presidente electo Donald Trump dio el martes un giro dramático después de que Ford Motor Co. decidió cambiar hacia Estados Unidos el destino de una inversión dirigida inicialmente a México, y de que el magnate amenazó a General Motors con imponer aranceles sobre algunos modelos importados.
Ford canceló sus planes de construir una fábrica en el estado de San Luis Potosí, México, a un costo de 1.600 millones de dólares, y en su lugar invertirá 700 millones en una planta en Michigan que construirá vehículos eléctricos y autónomos.
Ford anunció a principios de año que trasladaría la producción del vehículo Focus de Michigan a una nueva planta. Trump criticó reiteradamente ese plan, y Ford fue una de las compañías a las que amenazó con imponer un arancel de 35% a los productos que fabriquen en México y los exporten a Estados Unidos.
Trump incluyó el martes a General Motors en esa lista al afirmar en un tuit que los vehículos pequeños Cruze que GM fabrica en México y envía a concesionarias en Estados Unidos podrían ser objeto de "un gran impuesto fronterizo".
El director general de Ford, Mark Fields, dijo el martes que las fuerzas del mercado determinaron la decisión de la empresa de no construir la planta en San Luis Potosí.
Los bajos precios de la gasolina y las bajas tasas de interés han afectado las ventas de vehículos pequeños en Estados Unidos. Las ventas del Focus en Estados Unidos bajaron 17% hasta noviembre. En contraste, la comercialización de la camioneta deportiva más grande de Ford, la Expedition, subió 46%.
Ford continuará con sus planes de enviar la producción de los Focus a México, pero lo hará a una planta existente en Hermosillo. Ford contratará a unos 200 trabajadores en Hermosillo para ampliar la producción en esa ciudad. La planta en Wayne, Michigan, que fabrica actualmente el Focus, producirá dos nuevos modelos el año entrante y preservará los empleos en la instalación.
Fields dijo que Ford invertirá 700 millones en la planta de Flat Rock para fabricar vehículos híbridos, eléctricos y autónomos. También contratará unos 700 trabajadores a partir de 2018. Al anunciar la expansión en Michigan, Fields señaló la promesa de Trump de hacer el país más competitivo bajando los impuestos y reduciendo las regulaciones.
"Este es un voto de confianza para el presidente electo Trump y en algunas de las políticas que él podría estar tratando de implementar", dijo Fields el martes en la planta de Flat Rock.
Los empleados reunidos en el interior de la planta aclamaron la noticia. El vicepresidente del sindicato United Auto Workers, Jimmy Settles, dijo a los trabajadores que lloró cuando escuchó lo de la inversión.
La planta en Flat Rock, que emplea a unas 3.200 personas, corría el riesgo de cerrar durante la recesión. Más recientemente tuvo despidos temporales debido a una desaceleración de las ventas de uno de sus modelos, el Ford Mustang. La planta también fabrica el Lincoln Continental.
Fields dijo que el presidente ejecutivo de Ford, Bill Ford, llamó el martes por la mañana a Trump para anunciarle la noticia. Fields llamó al vicepresidente electo Mike Pence. La compañía también se comunicó con el gobierno mexicano, que emitió un comunicado en el que lamentó la decisión de Ford.
"Los empleos generados en México han contribuido a mantener empleos manufactureros en Estados Unidos, que de otra forma hubieran desaparecido ante la competencia asiática", dijo la Secretaría de Economía.
Según Fields, Ford se ahorrará en general unos 500 millones de dólares con la cancelación del plan para construir la planta en San Luis Potosí.
Rebecca Lindland, analista sénior de la firma Kelley Blue Book, dijo que la decisión de Ford se debió a una convergencia de políticas y realidades de mercado. Al mismo tiempo que Trump arremetía contra Ford por trasladar la producción de vehículos pequeños al sur de la frontera, bajaba dramáticamente la demanda de vehículos pequeños en Estados Unidos.
"Si hay argumentos para tomar una decisión como esta, y puede mejorar la imagen de alguien como Donald Trump, está bien, tómala", agregó.
Ford quizá no habría cambiado sus planes si Hillary Clinton hubiera ganado la presidencia, dijo Lindland. A diferencia de Trump, Clinton jamás habría amenazado con imponer aranceles a las importaciones procedentes de México.
Trump emitió su advertencia a GM pocas horas antes del anuncio de Ford. GM alegó que los vehículos Cruze que se venden en Estados Unidos son construidos en Ohio. Solo un número pequeño de vehículos con puerta trasera Cruze son importados de México.
Fields manifestó que no le preocupa la posible imposición de aranceles. "Soy un firme creyente de que prevalecerán las políticas correctas porque compartimos, a mi parecer, las mismas aspiraciones que el presidente electo Trump. Queremos una economía estadounidense muy fuerte", apuntó.
Entre los nuevos vehículos que se armarán en Flat Rock está una camioneta eléctrica, que recorrerá hasta 480 kilómetros (300 millas) con una sola carga de batería. Este vehículo saldría a la venta en el 2020. La planta también haría un vehículo autónomo e híbrido que saldría a la venta en el 2021.
Ford también anunció el martes que en el 2020 lanzará una versión híbrida de la F-150, su pickuo más vendida, así como una versión híbrida del Mustang. Los nuevos vehículos policiales híbridos también saldrán al mercado en los próximos cinco años.
Field dijo que la compañía apuesta a que la oferta de vehículos eléctricos e híbridos superará en 15 años la de unidades tradicionales de gasolina.
Trump podría flexibilizar las normas gubernamentales de ahorro de combustible como parte de su iniciativa para reducir la regulación.
Sin embargo, Ford todavía necesita avanzar a mayor velocidad en cuanto a vehículos eléctricos e híbridos porque tiene que ajustarse a los requerimientos de emisiones cero de California y a las normas de emisiones en el mundo, afirmó Lindland.
"Todos estos mundos están colisionando para hacer posible un anuncio como el de Ford que conocimos hoy", agregó.
Las acciones de Ford subieron casi 4% y cerraron en 12,59 dólares, mientras que las de GM subieron menos de 1% a 35,15 dólares. El peso mexicano se debilitó contra el dólar después del anuncio de Ford.