Detroit, 10 de marzo, 2017 (AP). Volkswagen se declaró culpable el viernes de asociación ilícita y obstrucción de justicia en un plan descarado para evadir las normas de emisión estadounidenses en casi 600,000 vehículos diésel al emplear un programa informático para suprimir las emisiones de óxido de nitrógeno durante las pruebas.
La automotriz alemana aceptó pagar 4,300 millones de dólares en punitorios civiles y penales, la cifra más alta cobrada por el gobierno estadounidense a una empresa del ramo. Se estima que el costo total del escándalo para VW llega a 21,000 millones de dólares, incluyendo el compromiso de reparar o recomprar autos.
El escándalo estalló cuando investigadores de la Universidad de Virginia Occidental descubrieron diferencias entre las emisiones en las pruebas y en el uso real. VW negó inicialmente haber utilizado el programa informático, pero acabó por reconocerlo en septiembre de 2015.
Después de ese reconocimiento, empleados de la empresa se dedicaron a borrar archivos y eliminar otras pruebas, como reconoció el abogado de la empresa, Manfred Doss, ante el juez federal Sean Cox.
En su resumen, el fiscal federal John Neal dijo que fue una "infracción deliberada", no un "desliz momentáneo de juicio".
Aunque el costo es enorme y mandaría a la quiebra a muchas empresas, VW tiene 33.000 millones de dólares en efectivo a la mano. Previamente llegó a un acuerdo de pagar 15.000 millones de dólares a las autoridades ambientales y propietarios de autos.
Bajo el acuerdo, VW debe cooperar con la investigación y someterse durante tres años a un supervisor independiente que garantizará el cumplimiento de las penas. Por otra parte, seis empleados de VW deberán responder a cargos penales.