martes, 23 de julio de 2019

El Corvette 2020 desplaza motor para mejorar rendimiento

WARREN, Michigan, EE.UU. (AP) — Al ver por el nuevo Corvette 2020, lo que primero viene a la mente choca con la imagen del clásico auto deportivo estadounidense. Más bien uno piensa en Lamborghini, Lotus o McLaren.

El Corvette de octava generación, llamado C8, difiere drásticamente de sus predecesores, que durante 66 años tuvieron un motor delantero.

Esta vez, los ingenieros colocaron el motor V8 de bloque pequeño característico de General Motors detrás del compartimiento de pasajeros. Está tan cerca del conductor que la correa de la bomba de agua y otros accesorios está apenas a 30 centímetros.

También han desaparecido el tradicional capó largo y los grandes guardabarros delanteros, reemplazados por una trompa chata descendiente y guardabarros cortos. Atrás, una tapa grande cubre una pequeña cajuela y el nuevo motor de 6,2 litros y 495 caballos de fuerza.


¿A qué se deben tantos cambios?

“Estábamos por alcanzar los límites de rendimiento de un auto con motor delantero”, dijo Tadge Juechter, el ingeniero jefe de Corvette, antes de la ostentosa presentación del auto en un hangar de la Segunda Guerra Mundial en el condado de Orange, California.

Con su motor en la parte trasera, el auto insignia de la marca Chevrolet de GM tendrá el peso equilibrado y el centro de gravedad de un auto de carreras, lo que le permitirá rivalizar con los competidores europeos y dejar atrás los sedanes deportivos y los autos cada vez más potentes que amenazaban con superar el rendimiento del Corvette.

“Pedimos a la gente que invierta mucho dinero en este auto y la gente quiere que supere el desempeño de todos los demás”, dijo Juechter.

El presidente de GM, Mark Reuss, dijo que el precio base del C8 será inferior a los 60.000 dólares. No se anunciaron los precios de otras versiones, pero el del modelo actual supera fácilmente los 100.000 dólares con las opciones. Aun así, vale miles de dólares menos que la mayoría de los competidores europeos.

El Corvette no es un auto de gran venta. En el primer semestre del año se vendieron apenas 10.000, pero los analistas de la industria dicen que favorece la imagen de la empresa, capaz de fabricar un auto deportivo con el desempeño de los principales modelos europeos.