DETROIT (AP) -- México es hoy un país muy atractivo para la instalación de nuevas fábricas de automóviles y muchas empresas automotrices de Estados Unidos y Canadá están desplazando sus operaciones, y numerosos empleos, en esa dirección, lo que ayuda a frenar un pronunciado aumento de los precios de los vehículos en esos mercados.
En los dos últimos años, ocho empresas han abierto o anunciado la apertura de nuevas plantas o la expansión de otras ya existentes en México. La semana pasada Toyota dijo que instalará una nueva planta en Guanajuato para construir el modelo Corolla, que hasta ahora se hacía en Canadá, en tanto que Ford dijo que proyecta construir una fábrica de motores y transmisiones en suelo mexicano.
Salarios y tarifas bajas son el factor que inclina la balanza hacia México. Un trabajador de la industria automotriz gana un promedio de ocho dólares la hora, incluidos sueldo y beneficios, comparado con los 58 que percibe un empleado de General Motors en Estados Unidos o los 38 que cobra uno de Volkswagen en Tennessee, que es el salario más bajo pagado por esa industria en Estados Unidos, según el Centro de Investigación Automotriz, un grupo de estudio de la industria con sede en Ann Arbor, Michigan. Un empleado de una firma automotriz en Alemania cobra unos 52 dólares la hora.
México, por otro lado, tiene más acuerdos de libre comercio que Estados Unidos. Ha firmado esos acuerdos con 45 naciones, lo que implica tarifas de exportación más bajas. Eso, combinado con los menores costos laborales, convenció a Audi de construir una fábrica de camionetas deportivas en el estado de Puebla. La empresa alemana se ahorrará 6.000 dólares por vehículo en tarifas cuando transporte esos Q5 a Europa, comparado con los costos de producción en Estados Unidos, de acuerdo con Sean McAlinden, economista del Centro de Investigación Automotriz.
Los menores costos podrían permitir a las empresas incorporar innovaciones destinadas a reducir el consumo de combustibles para cumplir con los requisitos del gobierno estadounidense sin subir los precios. Dos tercios de los vehículos fabricados en México son exportados a Estados Unidos.