Los fabricantes de automóviles rivalizan en novedades en el Salón de Pekín para seducir al coloso asiático, una tarea complicada por la desaceleración económica y las marcas chinas cada vez mejor posicionadas en el mercado.
Este Salón celebrado cada dos años en alternancia con Shanghai será, a partir del lunes, la vitrina de un mercado que en una generación pasó de la nada a un cuarto de las ventas mundiales. Un escaparate de coches inéditos, automóviles conceptuales (prototipos) espectaculares y tecnología puntera.
Alrededor de 24,6 millones de vehículos nuevos fueron matriculados en China en 2015. Pero sorprende que la progresión de las ventas se limitara a un 4,7%, en comparación con el 14% en 2013 y el 7% en 2014, un descenso debido a la desaceleración de la segunda economía mundial.
En los últimos meses se registró un repunte en las ventas, gracias al recorte temporal del IVA para los coches de baja cilindrada.
"El mercado chino entró en una nueva fase de estabilización de su crecimiento pero sigue creciendo, a un ritmo previsto de entre el 5 y el 6% anual durante los próximos años", afirma Hervé Guyot, vicepresidente del fabricante francés de piezas para automóviles Faurecia (Other OTC: FURCF - noticias) .
"Pronosticamos un mercado de 30 millones de unidades para principios de los años 2020; el margen de progresión es todavía considerable", abunda Jean-François Belorgey, del gabinete EY.
- 'Guerra de precios' -
Esto no quita que los grandes fabricantes europeos, estadounidenses y japoneses "estaban acostumbrados a un crecimiento regular y sin problemas particulares y es un poco más complicado" ahora, explica Flavien Neuvy, director del Observatorio Cetelem del automóvil.
Los tiempos de las grandes inversiones en fábricas podrían haber quedado atrás, ahora urge evitar la sobrecapacidad, detalla Yann Lacroix, analista de la compañía de seguros Euler Hermès.
"Algunos proyectos de inversión van a aplazarse o a hacerse de forma escalonada", estima. La primera fábrica china de Renault (Londres: 0NQF.L - noticias) , inaugurada recientemente, está dotada de una capacidad inicial de 150.000 vehículos por año.
Según el gabinete McKinsey, la buena acogida de las aplicaciones de reservas de taxi y vehículos con conductores podría recortar en cuatro millones de unidades las ventas anuales de coches en China allá por 2030.
Además las ventas de las marcas 100% chinas (Geely, Great Wall, Changan, Chery...) van en aumento, al contrario de lo que sucede con las empresas conjuntas de fabricantes extranjeros como VW, General Motors (NYSE: GM - noticias) , Grupo PSA y Ford, que siguen reinando en el mercado, pero menos que antes.
Las marcas chinas destacan en los modelos 4x4 urbanos (SUV, vehículos utilitarios deportivos), muy apreciados por los consumidores y para los que las ventas se dispararon más del 50% en el primer trimestre.
Como se avecina una "guerra de precios" -según el jefe de PSA Carlos Tavares- los grupos extranjeros deberán intentar proteger sus márgenes de beneficios.
- Entusiasmo por los SUV -
"Las marcas internacionales ya no pueden mirar por encima del hombro a las chinas, decir que no están a la altura. Esos tiempos se han terminado. Deben esforzarse más", apunta Namrita Chow, analista de IHS Automotive.
Sobre todo porque "el aumento de la cuota de mercado de (los constructores) chinos está relacionada con el precio y la emergencia de una nueva clase de compradores menos ricos", explica Laurent Petizon, experto del sector en AlixPartners.
El crecimiento de las ventas se debe en parte a las ciudades de tamaño medio del interior y no a las grandes urbes de la costa, que han introducido cuotas para hacer frente a la contaminación.
Por este mismo motivo, las autoridades promueven los coches eléctricos, cuya porción de mercado es muy modesta (1%) pero cuadruplicó el año pasado.
Las empresas conjuntas desarrollan versiones específicas para el mercado chino, sobre todo los SUV, de los que se lanzarán al menos 50 modelos nuevos este año, según IHS Automotive. Yahoo Finanzas España